La acupuntura es parte de la Medicina Tradicional China y se encuentra entre las prácticas curativas más antiguas del mundo, con técnicas y procedimientos orientados al mantenimiento y restauración de la salud a través de la estimulación de determinados puntos del cuerpo y partiendo de la premisa de que las enfermedades y dolencias surgen del desbalance entre el Ying y el Yang producto de disrupciones en el flujo del “Qi” (energía).
El término acupuntura en sí describe un conjunto de procedimientos y técnicas centrados en la estimulación de canales y puntos anatómicos, principalmente mediante la inserción de agujas metálicas manipuladas manualmente pero también a través de otros métodos como por ejemplo:
Estimulación láser o biomagnética
Se han realizado numerosos estudios sobre la utilidad terapéutica de la acupuntura con resultados alentadores en el tratamiento de diversas enfermedades, síndromes y adicciones, y especialmente en cuadros de carácter crónico y dolor.
La propia Organización Mundial de la Salud ha reconocido la eficacia de la acupuntura y la Medicina Oriental en el tratamiento de multitud de afecciones, entre las que se incluyen:
Igualmente, la acupuntura (con todas sus técnicas) está considerada como terapia preventiva con efectos beneficiosos de carácter somático, mental y espiritual, que incrementa la calidad de vida ante molestias o deficiencias orgánicas o funcionales de difícil diagnóstico a partir de los medios aportados por la medicina tradicional.