La moxibustión es una técnica de la Medicina Tradicional China (MTC) que utiliza el calor de la artemisa para sanar. Para la MTC, la acupuntura consiste tanto en la aplicación de agujas como en la aplicación de calor.
Para la moxibustión utilizamos las hojas de la artemisa que, una vez secas, se muelen. Su polvo en incandescencia alcanza los 500 y 600 grados centígrados. Es un calor seco de gran calidad terapéutica cuando se aplica sobre los puntos de acupuntura, meridianos y zonas. Así se suma las propiedades del punto de acupuntura con las propiedades del calor.
Usos de la moxibustión:
La moxibustión tiene la propiedad de calentar los meridianos, dispersar el frío y la humedad. También favorece y regula el flujo de la circulación de la sangre y de la energía, además de recuperar el Yang.
Por todo ello, es eficaz para mejorar el sistema inmunitario, es analgésica y antiinflamatoria en los dolores reumáticos, es desintoxicante, y regula el metabolismo y el aparato digestivo. En la antigüedad utilizaban la moxibustión para fortalecer la salud y prevenir las enfermedades.
Enfermedades en las que está indicada la moxibustión:
La MTC diferencia dos tipos de enfermedades:
Moxibustión con conos:
El polvo obtenido de la artemisa se puede utilizar en forma de conos de diferentes tamaños.
Moxibustión con puro de moxa:
La forma más usada de la artemisa es aquella en que se enrolla como un puro. El puro se enciende y se aproxima a la piel, a una distancia de unos 3 centímetros aproximadamente, durante 3 a 5 minutos. Se va calentando suavemente para que el calor penetre en la profundidad antes de que el paciente sienta el dolor de quemazón. Este es el método más recomendable.