Las heces de gato estarían vinculadas al suicidio femenino.

 

Un reciente estudio científico asegura que el parásito toxoplasma Gondii, presente en las heces de los gatos, incidiría en el suicidio femenino. Los humanos corren riesgo de infección al limpiar las cajas de arena de sus mascotas.

 

El estudio, que contó con la participación de unas 35 mil mujeres en Dinamarca, y que fue publicado por la revista Archives of General Psychiatry, sugiere que existe una relación estrecha entre el parásito y las actitudes suicidas en mujeres. 

 

“Encontramos una asociación predictiva entre esa infección y posteriores intentos de suicidio que merece estudios adicionales. Planeamos continuar nuestra investigación sobre esa posible conexión”, dijo el profesor Teodor Postolache, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (este), autor principal del trabajo.

 

Aclaró que, por el momento, no se puede “decir con certeza que el Toxoplasma gondii hace que las mujeres traten de quitarse la vida”.

 

Aproximadamente una de cada tres personas en el mundo están infectadas con él, el cual se relaciona con la esquizofrenia y los cambios de comportamiento, pero a menudo no produce síntomas, ya que se esconde en el cerebro y en las células musculares.

 

Asegura que los humanos corren riesgo de infección al limpiar las cajas de arena de sus gatos, así como al consumir verduras sin lavar, comer carne mal cocida o cruda, o beber agua de una fuente contaminada.

 

“Las mujeres infectadas tenían una vez y media más probabilidades de intentar suicidarse en comparación con aquellas sanas. El riesgo parece aumentar con los crecientes niveles de anticuerpos de Toxoplasma gondii”, señaló el estudio. Sufrir una enfermedad mental previa no altera significativamente los resultados.

 

Los posibles peligros del parásito que está presente en las heces de los gatos fueron mencionados en la revista estadounidense The Atlantic en marzo de este año, en una nota del biólogo checo Jaroslav Flegr, quien sospecha que está cambiando el cerebro humano.

 

Los animales enferman a 400.000 europeos cada año.

La UE cataloga las once zoonosis más frecuentes en el territorio comunitario.

 

Los mejores amigos del hombre y, a veces, sus peores enemigos: el 75% de las enfermedades que padecen los seres humanos tienen su origen en un patógeno procedente de algún animal. Con el mundo pendiente de la gripe aviar, los europeos conviven cada año con una decena de enfermedades provocadas por un patógeno de origen animal y que afectan a unas cuatrocientas mil personas cada temporada. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, según sus siglas en inglés) publicaba recientemente el informe Tendencias y fuentes de zoonosis, agentes zoonóticos y resistencia antimicrobiana, en el que se concluye que durante el año 2004 un total de 380.000 europeos padecieron alguna de las once enfermedades transmisibles de animales a humanos (zoonosis) más comunes en Europa. En el período analizado, las dos infecciones más frecuentes fueron la salmonelosis y la campylobacteriosis.

 

Salmonelosis

Es la zoonosis más frecuente, también en España. En el año 2004 -fecha del referido estudio, el primero que se realiza de estas características- 192.000 ciudadanos de la UE padecieron esta infección, provocada en cuatro de cada diez casos por huevos contaminados. El período de incubación de la infección es de 8 a 48 horas y el trastorno agudo dura entre uno y dos semanas. En algunos pacientes, la bacteria puede permanecer en la materia fecal durante meses. La enfermedad se contrae tras consumir alimentos mal almacenados o cocinados, especialmente huevos, pollo, carne de cerdo y pavo. También la pueden contagiar reptiles como los lagartos, las tortugas o las serpientes.

 

Campylobacteriosis

Esta infección, relacionada en primer lugar con el consumo de carne de pollo contaminada, afecta cada año a 180.000 europeos y es una de las primeras causas de gastroenteritis. La bacteria Campylobacter, que se aisló hace pocos años, también puede estar camuflada en las carnes rojas, la leche fresca, el queso sin pasteurizar e incluso el agua. Los síntomas aparecen entre dos y cinco días después de la exposición. Los más comunes son diarrea, fiebre y sangre en la heces.

 

Listeriosis

La bacteria que provoca esta zoonosis se encuentra en el suelo, y en los alimentos que consume el ganado. Afecta sobre todo a personas con el sistema inmunológico debilitado, y a recién nacidos, mujeres embarazadas y ancianos. El agente patógeno suele estar camuflado en la leche fresca, quesos sin pasteurizar, vegetales sucios y sin procesar, aves de corral poco cocinadas e incluso carnes precocinadas. Es la infección de origen alimentario con mayor tasa de letalidad: entre el 20 y el 30% de los casos.

 

E. coli toxigénica

El principal reservorio de esta bacteria son los rumiantes, sobre todo el ganado vacuno y las ovejas. La enfermedad se transmite al ser humano tras consumir carne poco cocinada, lácteos sin pasteurizar, vegetales o agua contaminada con heces de animales con el patógeno. En España, el laboratorio de referencia de esta enfermedad está en la facultad de veterinaria de Lugo. Un dato: entre 1980 y 1995, el 90% de las granjas de vacuno gallegas dieron positivo a esta bacteria. El principal síntoma de la enfermedad es la diarrea.

 

Tuberculosis

La provoca la Mycobacterium boris, presente sobre todo en el ganado bovino. El principal foco de infección es la leche fresca procedente de animales con la bacteria. Es España es una enfermedad actualmente en regresión gracias a las campañas de control de la tuberculosis bovina y de la leche fresca.

 

Brucelosis

La variante humana de esta infección es, junto con la tuberculosis y la meningitis meningocócica, la enfermedad bacteriana más frecuente en España. La principal fuente de contagio es el contacto con gansos y ovejas, así como el consumo de productos lácteos frescos. En los años ochenta, en España se registraban más de 8.500 casos anuales de brucelosis humana, un situación que ha mejorado gracias a los programas de control de la enfermedad. La brucelosis aguda se manifiesta con fiebres altas, sudoración abundante y dolor muscular, aunque a veces es asintomática. En algunos pacientes la enfermedad puede prorrogarse hasta derivar en brucelosis crónica.

 

Yersiniosis

Las cepas de esta bacteria se pueden encontrar en las carnes (de cerdo, vaca, cordero) y también en las ostras, el pescado, y la leche cruda. Una de las cepas de esta bacteria, la Yersinia pestis , es la responsable de la peste bubónica que mató a un 25% de la población europea en el siglo XIV. Hoy la más común es la enterocolítica, que invade la mucosa intestinal y provoca diarrea. Esta infección es más común en los países fríos y en el otoño y el invierno.

 

Triquinosis

La triquinosis es una enfermedad parasitaria que se origina por consumir carne poco cocinada, sobre todo de cerdo y caza, que contenga quistes de Trichinella spiralis. Cuando una persona come carne de un animal infectado, estos quistes se depositan en el intestino y crecen hasta convertirse en áscaris adultos. Del intestino, los parásitos migran a los músculos, los pulmones y hasta el cerebro. Tras el período de incubación de las larvas en el intestino -de dos a diez días-, aparecen fiebre, náuseas, vómitos y diarreas, que remiten en diez o doce días. La manifestación de la enfermedad puede ser más severa, con dolores musculares, torpeza, contractura muscular e hipo, si la zona invadida es el diafragma. En primer foco de triquinosis del que existe constancia en España tuvo lugar en la localidad valenciana de Villar de Arzobispo en 1876. En el año 2004 se produjeron 33 casos en toda España.

 

Equinococosis

Afecta sobre todo a animales de ganadería extensiva de Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura. En humanos, la incidencia es de 1,07 casos por cada cien mil habitantes. También llamada enfermedad hidatídica, la infección aparece por ingerir alimentos o agua que está contaminados con los huevos de un gusano llamado Echinococcus, presente en perros y en el ganado, especialmente en ovejas. La variante humana es rara pero puede ser grave, ya que los huevos suelen alojarse en el hígado -y también en los pulmones y el cerebro- formando quistes de considerable tamaño. Puede permanecer asintomática durante 10 o 20 años. En el año 2003 se registraron 167 casos de la variante humana en España.

 

Toxoplasmosis

La principal fuente de infección en humanos son las heces de gato y el consumo de vegetales, agua o carne de cerdo y oveja contaminados. Es una enfermedad especialmente peligrosa para las embarazadas, ya que si una mujer la contrae por vez primera en este estado existe un 40% de posibilidades de que la transmita al feto. Es una infección muy común cuyos síntomas pasan muchas veces inadvertidos.

 

Rabia

El último foco importante tuvo lugar en 1975 en Málaga. Lo provocaron perros procedentes del norte de África, en donde es endémica, y afectó a 122 animales (perros, gatos y zorros) y a ninguna persona. Desde 1975 no se registra ningún caso en humanos en España.