Sal marina y sal común: diferencias.

La sal ha tenido importancia para el hombre desde muy antiguo, siendo la China una de las primeras culturas que usó y extrajo la sal. En el imperio romano llegó a tener tanta importancia que terminó desempeñando el papel de moneda de pago. A los trabajadores se les daba una cantidad de sal como pago, de donde deriva la palabra salario (salarium).

Para comenzar, estableceremos la diferencia básica entre ambos compuestos apelando a su definición: 
La sal común es un químico, obtenido tras el refinado de la sal marina, llamado Cloruro de Sodio que sólo contiene, como su nombre indica, cloro y sodio. Aunque a menudo se le añaden químicos blanqueadores, desecantes y flúor, un componente que se ha demostrado neurotóxico.

La Sal marina (sin refinar) es aquella que se obtiene del mar, tan sólo evaporando naturalmente el agua, y que contiene numerosos oligoelementos y minerales, entre ellos gran cantidad de yodo biológico, lo cual contribuye a la salud del organismo.

La sal marina pura contiene 84 elementos importantes para la salud humana, que son eliminados durante el proceso de industrialización y producción de sal refinada, la cual es perjudicial para la salud. 

El proceso elimina azufre, magnesio, calcio y otros elementos. Ese lavado, hecho en caliente se realiza para "blanquear" el producto, ocasionando la perdida de la mayor parte de elementos esenciales.
Después de refinada o empobrecida, la sal industrial es "enriquecida" con aditivos químicos que evitan la formación de cálculos, pero no son naturales y son también perjudiciales para la salud, sin embargo las amas de casa la prefieren porque es blanca, brillante y suelta. 

En alta cantidad, la sal común produce una sensación desagradable debido a su concentración. Mientras que una piedra de sal marina puede llegar a ser agradable al paladar. 
La sal refinada o común no ayuda a la salud por su alto contenido de sodio, que favorece la hipertensión y la retención de líquidos. Ésto no ocurre con la sal marina, por lo que los hipertensos pueden usarla con moderación y con supervisión médica, ya que su contenido de sodio es mucho menor.

La Sal Marina no refinada:
- Es el mayor concentrado de minerales naturales.
- Es el mayor alimento que la naturaleza ha creado.
- Es, en las exactas medidas, justo lo que requieren las células.

Y la otra, la Sal común, mata, lentamente pero mata.
  Al analizar la sal marina, verificamos que contiene, casi en las mismas proporciones que en el suero sanguíneo, todos los minerales que el organismo requiere. 

ALGUNOS MINERALES QUE CONTIENE LA SAL MARINA:           
Cloruro de sodio

Cloruro de Magnesio
Sulfato neutro de sodio

Cloruro de Calcio
  
Cloruro de Potasio
  
Bicarbonato de Sodio
  
Bromuro de Sodio
  
Acido Bórico
  
Cloruro de Estroncio
  
Fluoruro de Sodio
  

También Azufre, boro, bromo, carbono, aluminio, arsénico, bario, cesio, cobalto, flúor, fósforo, hierro, litio, manganeso, molibdeno, níquel, nitrógeno, oro, plata, radio, rubidio, selenio, silicio, torio, uranio, vanadio, cinc, yodo.....

Hay además, moléculas de todas las piedras del planeta, sean de una montaña o del desierto. Todo termina en el mar, llevado por las lluvias. 

Los músculos, al deshidratarse, pierden grandes cantidades de agua y sales minerales, creando un estado de cansancio y agotamiento físico, psíquico, emocional y mental. Hay malos funcionamientos internos , cuando faltan los minerales que se perdieron. Esto lo saben bien los deportistas. Debemos reponerlos rápidamente y, con la sal común, nada llegará a las células salvo Sodio puro.

La Sal Marina, en cambio, repone en instantes lo gastado.

BENEFICIOS DE CONSUMIR SAL MARINA A DIARIO:
1º Da energía   a los músculos.
2º Compensa los prejuicios de la mala alimentación.
3º Disminuye la acidez gástrica.
4º Estimula la circulación sanguínea, respiratoria, centros nerviosos, los riñones, y las vías urinarias.
5º Elimina los ácidos tóxicos (Ácido láctico -Ácido Úrico)
6º A las 3 semanas de estarla consumiendo, hay una gran transmineralización y un enriquecimiento extraordinario de calcio, magnesio, flúor, etc.
7º El magnesio, previene los trastornos del corazón.
8º El flúor, fortifica los huesos, los dientes...etc.
9º Tiene gran efecto bactericida y antibiótico.
10º Produce un gran equilibrio electrolítico.
11º Regula los excesos de Sodio y de Potasio. (bajando la propia presión arterial, según estudios en España.)
12º Evita las constipaciones.
13º Es antialérgico.
14º Estimula notablemente la cura de las heridas. Alivia la Psoríais, los procesos menstruales, el bocio...
15º Combate el colesterol,l a senilidad, los cálculos biliares.
16º Participan los minerales en la cura de todas las dolencias físicas...

Por el contrario el consumo de sal común se asocia a las siguientes enfermedades: 

• Hipertensión arterial.
• Edemas.
• Eclampsia o pre-eclampsia.
• Arteriosclerosis cerebral.
• Arteriosclerosis.
• Cálculos renales.
• Cálculos vesicales.
• Cálculos biliares.
• Hipoplasia de la tiroides.
• Nódulos en la tiroides.
• Disfunción de la paratiroides.


Frente a la amenaza que representa este compuesto reactivo (cloruro sódico), el organismo se ve obligado a poner en marcha varios mecanismos de defensa que, además de generar un importante gasto de energía y recursos, no bastan para resolver totalmente la magnitud del problema originado por el consumo de la sal común. Estos mecanismos son:

1- RETENCIÓN DE LIQUIDOS. 
El primer mecanismo que utiliza el cuerpo para defenderse de la agresión de la sal común es la hidratación, mediante el empleo de agua intracelular o plasma . Cada gramo de cloruro de sodio que debe ser contrarrestado demanda el consumo de 23 veces su peso en agua intracelular.
El producto resultante debe ser eliminado como sustancia tóxica por los riñones. Pero los riñones solo están en capacidad de excretar unos 5 a 7 gramos por día . Esto frente a un consumo promedio de 12 a 20 gramos diarios produce un remanente que nos expulsado y que queda retenido en el cuerpo , dando origen a lo que conocemos como retención de líquidos, que deriva en aumento de peso y  mayor exigencia para órganos (corazón, hígado, riñones), que deben trabajar en exceso.

2-OBESIDAD y CELULITIS 

El cloruro de sodio que no es expulsado por los riñones queda "vagando", dando lugar a que el cuerpo ponga en marcha otro mecanismo de neutralización: el organismo produce células de grasa para encapsular el cloruro de sodio.
Por este medio, el cuerpo busca aislar material tóxico que no puede evacuar en el momento, a la espera de algún momento de pausa, en el cual eliminarlo definitivamente del medio. Ese momento sería, por ejemplo, un ayuno, que demás está decir, jamás tiene lugar en nuestro vertiginoso ritmo de vida. 
Como consecuencia  el organismo forma un tejido esponjoso que se deposita en el estrato mas profundo la piel (la hipodermis). Esto origina sobrepeso y celulitis. 

3-CRISTALIZACIÓN  y  ESCLEROSIS
Las moléculas de cloruro de sodio que no consiguen ser eliminadas por los riñones ni pueden ser  aisladas en el tejido graso, obligan a desarrollar un tercer mecanismo de supervivencia: la cristalización
Este proceso consiste en que el cloruro sódico se une con aminoácidos de origen animal (presentes en los productos lácteos y cárnicos) y da lugar a la formación de cristales de ácido úrico. Los cristales que no consiguen ser evacuados del organismo, se depositan en huesos y articulaciones a la espera de una oportunidad futura de excreción (tal como sucede con el tejido graso), provocando dolores osteoarticulares (artritis, gota, reuma) por sus características punzantes. Otros cristales de ácido úrico se recombinan con más cloruro de sodio y oxalatos de calcio, dando lugar a la formación de arenillas y cálculos (vejiga, riñón, vesícula). Otra variante de esta cristalización la encontramos en las paredes de venas y arterias, causando fragilidad capilar y esclerosis. La cristalización es, originalmente, un mecanismo protector y de emergencia que el organismo desarrolla para defender la calidad del medio celular y el correcto funcionamiento de las células. Pero la cronicidad de la intoxicación termina por envenenar al sistema, ya que el exceso de cristales no consigue ser evacuado del organismo y ello provoca graves dolencias, también crónicas.
 
Por todo eso, preste atención a la cantidad de sal que se consume en su hogar y, siempre que pueda, intente experimentar con una nueva receta que incorpore la sal marina sin refinar. Poco a poco, los hábitos se irán modificando y se tornarán más saludables.