La química en el cultivo y la producción de alimentos.

Más veneno y menos propiedades nutricionales.

Hay un aspecto ignorado por mucha gente y es lo que vamos a llamar la quimicalización de la alimentación. Hasta finales del siglo XIX los productos químicos de síntesis no existían ni en la producción ni en la elaboración de alimentos.

 

Actualmente se emplean en la producción de alimentos las siguientes sustancias: abonos químicos (nitratos, fosfatos…), pesticidas (aldrín, dieldrín, lindano, DDT…), herbicidas (derivados del arsénico), hormonas (anabolizantes, clembuterol…) y antibióticos (terramicina, penicilina, cloranfenicol).


 

Los Abonos Químicos

Son productos de síntesis que producen cambios importantes en el equilibrio mineral y vitamínico de los alimentos como vemos a continuación.

 

Las verduras comerciales en la actualidad tienen una composición absolutamente diferente que hace un siglo. Tienen seis veces menos sodio, la mitad de magnesio, tres veces menos cobre y cuatro veces más potasio. Esto significa que al aumentar el potasio y disminuir el sodio, las verduras contienen más agua y menos extracto seco, como dirían nuestras madres, “más agua y menos sustancia”.

.

CONTENIDO EN VITAMINAS SEGÚN EL MÉTODO DE CULTIVO mg/100 g

Abono químico

Cultivo Biológico

Ganancia bioquímica

A V E N A

Vit. B1

317

610

92 %

Vit. B2

56

152

141%

Vit. B3

9,5

19

100%

Proteínas

12,8

16,4

28%

T R I G O

Vit B1

451,7

941

108%

Vit B2

120

278,2

131%

Vit. B3

54,8

89,6

63%

Proteínas

11

12,8

16%

 

CONTENIDO EN MINERALES SEGÚN EL MÉTODO DE CULTIVO mg/100 g

E S P I N A C A S

CaO

MgO

K2O

Abono químico

372

60

969

Abono orgánico

357

429

313

.

 

Además de los abonos químicos, se añaden las siguientes sustancias en la producción de alimentos:

 

Los Pesticidas

Cuando al mecanizarse la agricultura se extienden los monocultivos y aparecen las plagas se diseñan los primeros pesticidas, en la actualidad se distinguen tres tipos: insecticidas, herbicidas y fungicidas.

El DDT se sintetiza durante la 2ª guerra mundial y es eficaz como matapiojos, frente a la malaria y frente a la enfermedad del sueño. Pero además es un tóxico muy potente, tanto que se ha prohibido su uso después de ver los efectos devastadores en la salud humana.

Los insecticidas modernos actúan destruyendo enzimas indispensables para la respiración celular, son liposolubles por lo que se acumulan en todas las grasas del cuerpo pero sobre todo en las partes nobles del hígado, los riñones, las suprarrenales, el sistema nervioso, el aparato reproductor… Además pasan de un ser vivo a otro según la cadena alimenticia y permanecen en el suelo más de 15 años después de su utilización.

Debemos saber que si alimentamos a las gallinas con alfalfa tratada con DDT producen huevos donde se detecta esta sustancia. Lo mismo observamos en la leche y la mantequilla de vacas alimentadas con alfalfa tratada.

Hay otros pesticidas igualmente tóxicos como el aldrín, dieldrín, lindano, malatión… que pueden producir cáncer, provocar convulsiones en el sistema nervioso, incluso pueden producir la muerte por paro respiratorio, producen modificaciones genéticas, destruyen las vainas de mielina de los nervios… Hay una legislación que regula su uso pero no siempre se cumple.

 

Los Herbicidas

Los más conocidos son el pentaclorofenol, los arseniatos y las dioxinas, estas últimas, como veneno superan a la estricnina y al arsénico.

Estos herbicidas actúan también sobre los tejidos animales y producen envenenamiento general, mutaciones en los genes e incluso tumores malignos.

 

Las Hormonas

En particular, las hormonas son importantes factores de crecimiento.

En 1980 se detectó en California que entre el 30 – 40 % de los hombres padecían ginecomastia (crecimiento de las mamas) y se relacionó rápidamente con la inclusión de hormonas en la alimentación animal.

Actualmente se permite la utilización de metiltiouracilo y anabolizantes, estas sustancias frenan la actividad del tiroides, reducen el metabolismo basal y consecuentemente producen aumento de peso y retención de agua en los tejidos, en los animales que se crían para consumo humano.

 

Los Antibióticos

Son sustancias que impiden el desarrollo de los microorganismos a través de la alteración de su metabolismo. En la cría de animales estabulados se observó que los animales tratados con antibióticos prosperaban más que los otros y consecuentemente se autorizó su utilización para aumentar el crecimiento, como factores anti-estrés, como factores de adaptación al confinamiento.

Actualmente se añaden al forraje que come el animal: neomicina, terramicina, penicilina, cloranfenicol… Debemos saber que todos los antibióticos empleados en la alimentación animal aparecen en la carne que consumimos, y que su uso prolongado destruye la flora intestinal y puede producir carencias de vitaminas B y K. Igualmente muchas resistencias a los antibióticos que crean las personas, no tienen tanto que ver con la automedicación como con el comer carne regularmente con su dosis de antibióticos incluida.

 

 

Volver

 

Ir a Química en la elaboración y envasado de alimentos